Una alimentación sana aumenta los niveles de energía, refuerza el sistema inmunológico y ayuda a mantenerse en forma. Si quieres comenzar a cambiar tu forma de consumir los alimentos, empieza por seguir estos tips:
1. Planificar una dieta variada
Sólo la variedad en la alimentación garantiza la incorporación de proteínas, hidratos de carbono, lípidos, vitaminas y minerales esenciales para el buen funcionamiento del cuerpo. Para lograrlo, conviene comer un poco de todo: frutas, vegetales, cereales, lácteos, carnes rojas y blancas, huevos y frutos secos.
2. Comer 5 veces al día
Si el cuerpo no recibe “combustible” por largos períodos de tiempo, el metabolismo comienza a trabajar más lentamente y almacena lo que comemos en forma de grasa. Por eso se recomienda comer cada tres horas (3 comidas, 1 snack a media mañana y otro a media tarde), lo que permite ingerir más variedad de alimentos, reactiva el metabolismo y lo educa para gastar las calorías en forma efectiva.
3. Reducir el consumo de carne
Las carnes rojas aportan proteínas, minerales y vitaminas esenciales para el buen funcionamiento del organismo. Pero en exceso, pueden ser perjudiciales para la salud porque elevan el nivel de colesterol malo y alteran las condiciones cardíacas. Lo más conveniente es reemplazarlas por carnes blancas como pollo y pescados, que son más magras, y comer hasta dos porciones de carne roja a la semana.
4. Beber al menos 2 litros de agua al día
El agua es el mejor desintoxicante. Ayuda a eliminar toxinas, lubrica el aparato digestivo y colabora en el buen funcionamiento celular, entre otros beneficios. Lo ideal es beber entre 2 y 3 litros diarios.
5. Evitar los alimentos procesados
Contienen altos niveles de azúcares agregados y grasas trans, que aumentan el nivel de colesterol malo y tienen efectos negativos en el funcionamiento cardiovascular. Se encuentran mayormente en snacks, enlatados, salsas, dulces y panificados industriales.
HECHO POR GUSTAVO VALENTE CHAVEZ MARTINEZ.
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